¿Por qué las cooperativas son una innovación social?

El movimiento cooperativo, con su filosofía y doctrina, y las cooperativas, como sus expresiones organizacionales, son considerados verdaderas fuerzas trasformadoras de la sociedad y verdaderos espacios de innovación social.
¿Cómo se han ganado este reconocimiento? Esto ha sido fruto de la naturaleza y de las prácticas propias de las organizaciones cooperativas y sus resultados en impacto social a la vez que responden a concepciones teóricas sobre lo que se entiende como innovación social.
¿Qué es innovación social?
Las innovaciones sociales se enmarcan en procesos dirigidos a crear valor para la sociedad y a la vez se desarrollan con la sociedad, mediante la puesta en marcha de prácticas y modelos que intentan satisfacer una necesidad o un reto social y que además producen cambios favorables en el sistema, a la vez que promueven un mayor empoderamiento de la sociedad, nuevos conocimientos y capacidades y la generación de alianzas entre diferentes actores1.
Para Frank Moulaert, probablemente el máximo exponente del discurso sobre innovación social en Francia, la clave de la innovación social pasa por entender el papel de la comunidad y los grupos sociales en el desarrollo, en sentido amplio; donde existe una comunicación entre las instituciones económicas y las dinámicas de gobernanza de la sociedad, los modelos de desarrollo territorial y la planificación del territorio.
La innovación social reside en dos pilares: La innovación institucional, que comprende las innovaciones en las relaciones sociales, en el empoderamiento de las personas y en la gobernanza y la innovación en el sentido de la economía social, como la satisfacción de las necesidades que se producen en las comunidades locales.
Cooperativismo como fuerza innovadora social
Desde su origen a mediados del siglo XIX, el cooperativismo ha sido una forma disruptiva de pensar y hacer economía, y una alternativa solidaria y concreta frente al capitalismo.
Si entendemos la innovación social como un proceso de generación de modelos de gestión, productos, servicios, buenas prácticas y enfoques diferentes sobre la acción social, con mejoras sustanciales en la estructura del capital, creando valor para y con la sociedad, nos damos cuenta de que no hay fuerza más innovadora en lo social que el cooperativismo.
Una de las principales innovaciones ha sido lograr hacer de la empresa una forma de comunidad organizada con sentido social, que contribuye al bienestar y a la prosperidad. Ha demostrado que hay un modelo posible de empresas, sólidas en lo financiero y rentables en lo social, y que ambos propósitos pueden armonizarse, en beneficio no de unos pocos, sino de grandes comunidades y de todo un país.
Ningún sector con más innovación social que el cooperativo: Aporta soluciones a la disminución de la pobreza; genera empleo para distintos grupos de población; alcanza zonas donde a veces ni el Estado llega; facilita a las personas sus propias iniciativas de progreso, a través del apoyo al emprendimiento; además de ampliar alternativas para la inclusión financiera, educativa, en salud y vivienda, atrayendo incluso inversión extranjera.
Los grupos empresariales son tendencia importante en el mundo cooperativo.
1. Bernaola, 2014.
Fecha de publicación 18/11/2019
Última modificación 20/11/2019