Pensamiento sistémico: El arte de ver los árboles sin dejar de ver el bosque

Para ser organizaciones inteligentes las cooperativas de hoy requieren dirigentes capaces de liderar la “complejidad”, de distinguir lo importante de lo urgente, y de ver las ramas sin perder de vista el bosque.
Los dirigentes son agentes de éxito o fracaso en las cooperativas. La efectividad de la gestión del dirigente depende de factores del contexto de la cooperativa, pero también de las competencias1 que desarrolle cada persona.
Los nuevos líderes cooperativos deben ser competentes para construir organizaciones capaces de aprender, es decir, de crear “organizaciones inteligentes”.
Entre estas competencias de liderazgo está la capacidad de comprensión sistémica o pensamiento sistémico. Se trata de una disciplina de aprendizaje2 que se debe desarrollar desde tres niveles o “saberes”: las prácticas (saber hacer), los principios o ideas (saber saber) y el estado del ser (saber ser).
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1 Las competencias se refieren a un conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas y valores en un contexto socio-histórico específico, que permite al sujeto resolver “problemas” satisfactoriamente (Pimienta, 2008).
2 Desde la propuesta de Peter Senge en 1990, de cinco disciplinas de aprendizaje organizacional; tres individuales -Pensamiento Sistémico, Dominio Personal y Modelos Mentales-, y dos colectivas -Visión Compartida y Aprendizaje en Equipo-. Senge dice que es muy importante que estas cinco disciplinas se desarrollen como un conjunto, y que el pensamiento sistémico es el elemento que las integra a todas.
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Fecha de publicación 08/11/2017
Última modificación 30/09/2019
Fecha de publicación 08/11/2017
Última modificación 30/09/2019