Equidad de género ¿Por qué tanto alboroto?
Estudiosos y expertos en el tema coinciden en que estamos en un “momemtum” para la equidad de género. En muchos espacios se habla del tema, se definen políticas o como mínimo, normas de conducta que coinciden con este propósito.
Sin embargo, todavía hay quienes se preguntan ¿y esto para qué? ¿por qué tanto alboroto? ¿por qué es tan importante hablar y actuar en torno a la equidad de género? ¿no tienen ya suficiente las mujeres?
Lo primero que hay que decir es que garantizar la igualdad de todas las personas es fundamental para el desarrollo y la paz. Así que por cuestión de derechos humanos y por justicia social, la igualdad entre mujeres y hombres es una condición necesaria para tener una mejor sociedad.
¿Qué significa equidad de género?
El término equidad, como señalábamos en otra publicación de nuestra página Web, se relaciona directamente con la justicia. Podemos decir que se refiere a la distribución justa de los recursos y del poder social en la sociedad; y en particular, la equidad de género se refiere a la justicia en el tratamiento de hombres y mujeres, según sus necesidades respectivas.
Esto implica y es la razón por la cual, en muchos ámbitos, en especial en el ámbito laboral, el objetivo de equidad de género se relacione con la compensación de las desventajas de las mujeres.
La equidad de género permite brindar a las mujeres y a los hombres las mismas oportunidades, condiciones, y formas de trato, sin dejar a un lado las particularidades de cada uno, permitiéndoles y garantizando para ellos el acceso a los derechos que tienen como ciudadanos.
En suma, se trata de resolver la urgente necesidad de acabar con las desigualdades de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, en torno a las cuales hay que resaltar que históricamente han afectado más a las mujeres, en razón de su sexo.
¿Para qué nos sirve la equidad de género?
La equidad de género se puede considerar un punto de mirada necesario o una herramienta de análisis que nos permite identificar las desigualdades de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres. Al aplicarla en los diferentes ámbitos, podemos, por ejemplo, identificar la necesidad de cambios en la organización y estructura de las instituciones, a la vez que concientizar a las mujeres y a los hombres de la importancia de conocer y ejercer los derechos de cada uno.
Aplicar la equidad de género es también el camino para acabar con los llamados estereotipos de género, creencias socialmente construidas sobre lo que “deben” ser y el rol social que “deberían” jugar los hombres y las mujeres, de acuerdo con su sexo.
La equidad de género y la eliminación de los estereotipos fomenta la toma de decisiones individuales alejadas de los cánones impuestos a los roles tradicionales, y potencia por igual las diversas conductas, aspiraciones y necesidades tanto de mujeres como de hombres.
Fecha de publicación 08/11/2020
Última modificación 09/11/2020